En los torneos de boxeo aficionado es habitual recibir trofeos. Desde fines del siglo XIX el boxeo comenzó a difundirse en países no anglosajones, principalmente en aquellos en los que existía influencia británica o estadounidense, como Argentina, Uruguay, Panamá, Cuba, México, Puerto Rico, Filipinas, Sudáfrica y en España. La siguiente temporada 1989-90, el bicampeón defensor arañó la posibilidad de un nuevo tricampeonato al terminar como líder general de la competencia, sin embargo cayó en semifinales ante U de G, luego de un polémico arbitraje; En una jugada por el costado izquierdo, Alfonso Sosa proyecto a Sergio Díaz, quien mando un centro a área que Farfán interrumpió con su brazo derecho, fuera del área chica, sin embargo el árbitro José Antonio Garza y Ochoa señaló penalti, mismo que anotó Dávalos y significó el triunfo y calificación de los Leones Negros a la final.