Los movimientos de algunos de ellos se basan tanto en el andar de una persona intoxicada como en los intentos de los niños pequeños de gatear. Cada una de las criaturas tiene un cierto simbolismo. Este hecho preanunciaba claramente la relación de Lily y Severus Snape, silenciada a lo largo de la saga pero finalmente descrita en Harry Potter y las reliquias de la Muerte, novela que cerró la heptalogía.