Más de 40.000 valencianistas viajaron para vivir la que era la primera final para los más jóvenes, un partido que pasaría a la historia como «La final del agua». La temporada 1987/88 fue la primera en incluir 20 equipos en la máxima categoría. A pesar de todo el balance económico seguía presentando superávit en verano de 1975, pero la fractura entre la directiva de Francisco Ros Casares y la afición era más que evidente (e incluso dentro de la propia directiva).