El local era considerado el favorito a ganar el encuentro, pues su máxima estrella Salvatore Schillaci venía siendo el goleador del torneo (le concedieron la Bota de Oro y el Balón de Oro al final de la competición), mientras que Argentina tenía muchos jugadores mal físicamente, entre ellos Maradona (jugó con el tobillo izquierdo inflamado). Sus números lejos del Camp Nou son impresionantes: ha marcado al menos un gol en 15 de esos 16 desplazamientos en 10 de ellos anotó dos o más tantos.